El abusador fue condenado por un juzgado de Dolores, en Soriano, "como autor penalmente responsable de reiterados delitos de atentado violento al pudor agravados en reiteración real con reiterados delitos de violación agravados, a la pena de 9 años de penitenciaría".

Según crónica de Agesor, los abusos habrían comenzado cuando la niña tenía 7 años y continuaron hasta sus 14 años, cuando la familia residía en Río Negro. En ciertas ocasiones, en que la madre no se encontraba en la casa, su hija era sometida por su pareja, bajo amenazas e incluso mediante violencia.

El hombre estuvo en prisión por otro delito, por lo que los abusos cesaron por esta causa, pero a mediados del año pasado fue liberado. La menor temió entonces que continuaría siendo víctima del abusador, por que contó a su madre, ex pareja del hombre, la situación que había padecido durante tantos años.

Su madre, una vez que tomó conocimiento sobre lo ocurrido, presentó una denuncia en agosto de 2019. La mujer tiene 6 hijos, 3 de ellos con el abusador, y los hermanos menores de la niña han presenciado estos hechos aberrantes, sobre los que nunca hablaron por temor.

La Fiscalía afirmó que la niña "no solo vio violentada su libertad sexual e intimidad, sino que también fue violentada la esencia de su personalidad". Agrega que fue "el temor que él infundió durante toda su infancia" el que "hizo que recobrara fuerzas para denunciar los reiterados episodios de abuso y violación vividos por ella, con el fin de no vivir nunca más una situación así".