El joven tiene 18 años y fue víctima del ataque en Pinares de Punta del Este, departamento de Maldonado, donde su familia alquilaba una casa desde el 1ro. de febrero.

Es hijo de Pablo Romero, docente del Claeh, quien realizó la denuncia penal correspondiente y además relató lo sucedido en redes sociales.

Romero explicó que el joven había salido a caminar el sábado 5 por la noche, cuando súbitamente fue abordado por un grupo de cinco o más hombres. Estos sujetos comenzaron a increparle, acusándolo de haber perpetrado un robo en una vivienda dos semanas atrás.

Si bien el joven intentó explicarles que estaba alojándose en una casa del lugar con su familia, no le creyeron.

Uno de los hombres se aproximó y pateó al joven en la espalda, desestabilizándolo, mientras otros corrían hacia él con palos. El joven escapó de los agresores, pero en una rotonda fue embestido por un cuatriciclo que era conducido por otro de los hombres que le perseguían.

Intentó retomar la huida, evitando ser atropellado nuevamente por el cuatriciclo y posteriormente por un automóvil, cuyo conductor también iba tras él. Herido, acorralado y a merced de los atacantes, el joven fue sujetado de su vestimenta. Quisieron introducirlo en un automóvil. Se resistió, forcejeó con los agresores y de esta forma evitó que lo ingresaran al vehículo.

Finalmente, los sujetos decidieron ir con el joven hasta la casa donde les había dicho que se hospedaba, no sin antes amenazarle: "si no vivís ahí, te vamos a pegar un tiro y tirar en una zanja", señaló Romero en su denuncia.

Cuando llegaron a la vivienda que el joven les había indicado -ubicada al lado de la aquella en la que los atacantes estaban hospedándose- fueron recibidos por la madre. Habiendo entonces verificado la versión del joven, intentaron justificar su accionar, aclarando que "lo habían confundido con un ladrón".

Fue así que le restituyeron al joven el buzo que le habían quitado y salieron a buscar el gorro con visera que habían arrojado. Además, le ofrecieron $ 3.500 para que comprara otro.

Pablo Romero estaba bañándose cuando los hombres llegaron a la casa donde se alojaba con su familia. Una vez en conocimiento sobre la situación, se dirigió a la vivienda de al lado e increpó a los atacantes. Estos afirmaron que ya se habían disculpado, y cuando Romero dijo que igualmente les denunciaría, uno de ellos aseguró ser el hijo de un embajador y manifestó que por ese motivo no tenía sentido que lo hiciera.

En la denuncia, Romero da cuenta de las lesiones que sufrió su hijo: un corte en el gemelo, heridas en la espalda y piernas. En el Sanatario Mautone de Maldonado revisaron al joven y constataron estas lesiones.

La crónica policial de Telemundo indica que el caso está en manos de la fiscal de Maldonado Ana Roses.

Fuente: Twitter | Comunicado de Pablo Romero | Telemundo