El fallecimiento de Hasán Nasralá, líder de Hezbolá, en un bombardeo de Israel en Beirut ha desencadenado amenazas de Irán, que declaró cinco días de luto y anticipó represalias más intensas contra Israel.
Estados Unidos dispuso la evacuación de sus diplomáticos en Líbano debido a la creciente inestabilidad.
Israel, por su parte, considera este ataque como un logro importante en su lucha contra sus enemigos.
La situación en la región se ha intensificado, con la cancelación de vuelos y la preocupación de varios gobiernos, incluido el de Uruguay, por las consecuencias humanitarias del conflicto.